miércoles, 9 de septiembre de 2009

terapia

"Treinta años de terapia. Treinta años y no me recibí de nada!, se quedó pensando Norma.  Un día me puse a hacer la cuenta de toda la plata que había gastado en analistas.  Cuando me avivé de que con toda esa plata hubiera podido tener tres dúplex, con sauna, gimnasio, pileta climatizada, en último piso y terraza con vista al río, me dio un ataque... ¡una depresión!
Por suerte en ese momento estaba haciendo terapia de grupo y vinieron todos a decirme: “Te queremos, Norma, te queremos”. Y la fuerza del amor... ¡me salvó!
Pero al tiempo lo dejé porque descubrí el psicodrama, que es el darse cuenta.   Una actúa e interactúa; uno es uno y es el otro, pero cuando es el otro uno se da cuenta de quién es uno sin darse cuenta.

En realidad hice todas: la freudiana ortodoxa, con el analista atrás y una que piensa: “se durmió? Habrá muerto? Y ahora, ¿qué digo?”. Y cuando por fin se te ocurre algo, él dice: “Nos vemos la próxima”.  Seguí con la gestáltica de Pearls, la lacaniana, la antilacaniana, la jungiana.  Terapia de familia, ¡no! Porque a un hijo no se lo mete en esas cosas raras.
También hice terapia consciente, inside, outside, sistémica, cognitiva, flores de Bach, aromaterapia, I ching y Tai Chi Chuan.

Eso sí, siempre con analistas de la colectividad, gente como uno... Porque, ¿cómo le vas a confiar tu inconsciente a un goy?

Treinta años escarbando los lapsus, los actos fallidos, los entre paréntesis pero nunca me pudieron descifrar un sueño.  Una pesadilla recurrente: “Estamos en casa, tía Berta, papito y mamita, tía Dora, tía Raquel y por supuesto Jósele, mi marido.  Yo les sirvo una fuente de veijalag, espolvoreados con raticida, después los rocío con nafta y les prendo fuego”.  ¿Por qué sueño esto casi todas las noches? ¿Acaso estoy descontenta con mi familia? Si yo los adoro.

Si me preguntaran qué obtuve después de tantos intentos, diría como resumen que una va conociendo gente.  Eso sí, algunos muy raros, pero es comprensible; es difícil encontrar una persona tan normal como yo."


Extraído de:
"Acaloradas - Menopausia, matrimonio, cuernos y otros rumores"
pot Cristina Wargon y Esther Feldman
Editorial Planeta
http://openlibrary.org/b/OL3755918M/Acaloradas

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