martes, 11 de mayo de 2010

Saber callar



Hace mucho tiempo atrás, la palabra dada equivalía a un documento firmado. Hoy, su uso y abuso hacen que las relaciones, en su mayoría; se transformen en descartables. El poco respeto a lo que se dice, y como se actúa en consecuencia; han hecho de los vínculos un frágil sentimiento donde reina lo etéreo y la poca duración en los mismos.

El valor que le demos a lo que decimos, creemos, pensamos; es el valor que nos damos como personas; primero a nosotros mismos, y luego a quienes se relacionan con nosotros.

Por eso sería bueno empezar a respetarnos más, y cuando digamos algo, comprometernos con eso hasta el final, de lo contrario saber guardar silencio, ya que éste también comunica.

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