Será verdad que a veces es mejor dejar que algo se vaya… y comenzar de nuevo?
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Me han pasado algunas cosas en la vida que me resultan muy difíciles de aceptar. Los recuerdos me acosan y aparecen una y otra y otra vez.
Y todo parece decirte lo mismo: soltá.
Soltar el problema. Dejarlo ir. Desapego. No aferrarse, para no sufrir, decía Buda. Para que realmente deje de ser un problema. Para que realmente deje de perturbar una y otra y otra vez esa paz tan buscada y tan frágil.
Pero cómo decidir cuándo “dejar ir” y cuándo no?
Siempre te dicen: “si has hecho todo lo posible y, en tu corazón, sabés que ahora no hay nada más que hacer, entonces, tenés que dejar que eso que te quita tranquilidad se vaya”
Es justamente mi corazón el que no se resigna a "dejar ir".
Cómo hacer?
No me agobian los “que hubiera pasado si”, ni los “por qué”
Sino simplemente amar... o dejar ir.
- "El amor es pasión, obsesión, no poder vivir sin alguien ¡Perder la cabeza! Porque lo cierto es que vivir sin eso no tiene sentido alguno. Llegar a viejo sin haberse enamorado de verdad es como no haber vivido. Si no lo intentas, no habrás vivido".
...de "Conoces a Joe Black?" (Anthony Hopkins)
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